A mi esposo:

Si me hubieran pedido describir justo lo que esperaba que mi esposo hiciera el gran día –el nacimiento de Camila–, estoy segura que simplemente me hubiera quedado corta en la petición comparada con su actitud y cómo ha sido en ese momento y ahora.

Siempre he sabido lo afortunada que soy de caminar a su lado porque es un hombre maravilloso pero lo sucedido los días en el hospital, es algo que ni aun ahora puedo describir en estas pensadas líneas. Sólo acierto a decir que fue el mejor apoyo que pude desear, que con su ternura, amor y cuidado inundó la habitación y estaba segura que todo saldría bien. Que fue maravilloso ver que él fuera quien cargara a Camila por primera vez en su vida y me llenó de confianza y tranquilidad tenerlo con nosotras antes de llegar a casa. Que en ese momento algo en nosotros cambio como pareja, algo profundo e inmenso, una comunión que no había sentido jamás, un vínculo férreo tuvo lugar para cimentar el siguiente escalón de nuestro camino, para solidificar nuestro amor y modificar nuestras vidas por siempre; porque por supuesto no somos los mismos ni como individuos ni como pareja, y ¿cómo habríamos de serlo después de esa experiencia tan sublime y trascendente que es el nacimiento?. No, no somos los mismos. Sin dubitación alguna ese angelito nos ha hecho mejores.

 

Entonces quiero decir GRACIAS. Gracias a la vida que te puso en mi camino –aunque suene a canción–. Gracias por estar aquí y ahora desde siempre, por transmitirme tu amor en cada caricia y mirada. Gracias por el apoyo y el desacuerdo, las caricias, los apapachos, las riñas y reconciliaciones, las sonrisas y los enojos, el cansancio compartido, las tareas divididas, la escucha atenta, el cuidado siempre dispuesto. Porque la maternidad ha sido mas fácil a tu lado, totalmente una razón de gozo a pesar de lo abrumadora que puede llegar a ser. Porque parte fundamental de que llevemos estos meses de lactancia exitosa eres tu desde el principio, desde que todo estaba en casa para que sólo me preocupara por bebe, desde que compraste las cremas y medicamentos necesarios para sanar las grietas iniciales y después los ductos tapados. Y que decir del soporte emocional que es meramente invaluable y pivote de nuestro logro hasta el dia de hoy. Así que gracias muchas, esposo lactante.

 

Te amo siempre.

LINDA