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¡¡¡Felices (o estresadas) fiestas!!!

Surgen muchas dudas y cambios de rutina en ésta época de fiesta. Independientemente de tu creencia o tradición, seguro son fechas en las que te ves envuelta en reuniones y múltiples actividades.

Esto favorece que olvidemos atender a las necesidades de nuestr@s hij@s e incluso a las propias. Lo que a su vez hace frecuentes esos berrinches descomunales en medio de una plaza o en el súper, con las compras de última hora. O qué me dices de los típicos comentarios de familiares o amigos sobre tu lactancia, muchas veces sin mala intención pero por supuesto molestos que te hacen sentir incómoda y deseas aplazar la siguiente toma del bebé. O nada de lo anterior pero resulta que te has comprometido a organizar parte de la cena o a llevar regalos familiares y el hecho de amamantar a libre demanda alarga los tiempos…

Bien, pues aquí cinco consejos para que estas fiestas sean felices y no estresantes

1. Los bebés sienten TODO

Los bebés y niñ@s son súper perceptivos y receptivos. Identifican mejor tu estado de ánimo con el tono de tu voz que con el significado de tus palabras. Por lo tanto son vulnerables a tu estrés, incomodidad, angustia, enojo, desesperación; sentimientos que expresan con la necesidad de estar cerca de ti, de demandar más de tu atención o de llorar.

Recuerda que las fiestas son para disfrutarse, haz consciente tu estado de ánimo, reconócelo y modifícalo de ser necesario.

2. Los berrinches y el llanto obedecen a una necesidad INSATISFECHA

Por alguna razón creemos merecer consuelo cuando lloramos (los adultos) – yo me enojaría con mi esposo si me ve llorar y me ignora. Pero pensamos que los niños nos manipulan con él y estamos equivocados.

El llanto expresa siempre una necesidad y es el último dato de la insatisfacción. Si planeas todo un día de compras, mantente atento a esas señales que te envía tu hij@.

Si hay mucha gente, toma momentos para sentarse y relajarse. Lleva un lunch para las entrecomidas y agua (también para ti). En lugares cerrados suele haber mucho calor, mantente atenta de cómo siente tu hij@ –y tu– la temperatura. El cansancio y el sueño es otra razón de berrinches, lleva carriola o cargador ergonómico, sabiendo que lo usarás para cuando identifiques estos datos.

Siempre prevenir un berrinche es más fácil que tratar con él, además la armonía y empatía hacen una experiencia más gratificante.

3. Comentarios inapropiados sobre TU lactancia

Las reuniones con familiares y amigos se prestan para la lluvia de opiniones en tu crianza. Muchas de ellas bien intencionadas pero molestas y muchas también, erradas.

Las razones pueden ser muchas: épocas diferentes, brecha generacional, ignorancia, falta de respeto, etc. Lo más importante es que no permitas que esos comentarios afecten la confianza que tienes en ti misma como madre, nadie conoce mejor a tu bebé que tú.

Sigue a tu corazón y a tu instinto en tus decisiones de maternaje y no te enganches; toma lo bueno de los consejos, lo demás, déjalo ir.

4. Establece momentos en el día solo PARA TI Y TU BEBÉ

Estás fechas están especialmente plagadas de estímulos: música, voces, visitas, luces… Es importante que establezcas momentos y propicies espacios en donde esos estímulos disminuyan, en donde puedan descansar tal vez en la cama o en un rico sillón, no necesariamente dormir, pero si relajarse del ajetreo. Estos espacios les brindarán la energía necesaria para continuar de buen humor la jornada.

Hacer una pausa –o varias– en donde promovamos el contacto con nuestr@s hij@s, hagamos ejercicios de respiración con ellos y bajemos los estímulos externos, nos permite reconectar.

5. Y a todo esto, que hay del alcohol?

En realidad no hay un estudio (como para muchos medicamentos) de que sea “seguro” tomarlo en la lactancia.

Es cierto que la cantidad de alcohol en tu sangre es la cantidad que se encuentra en tu leche al mismo momento. Claro que no se necesitan estudios para decirnos que una madre en estado de ebriedad es insegura para él bebé y no sólo por la cantidad de alcohol que pase por su leche, sino también porque no se encuentra neurológicamente íntegra.

Sin embargo podemos decir que una copa (de acuerdo a la medida correspondiente de la bebida), ocasionalmente, no afecta al bebé y tampoco es necesario extraer ni tirar esa leche.

Aquí te dejo un link que me parece bastante completo respecto al tema, para que tú decidas.

“Que tengas FELICES –y no estresadas– FIESTAS”

Mamá, esposa y médico. Sensible, realista y apasionada. Una idea que surgió hace un año, que ha revolucionado mi vida y sacudido mi corazón, hoy empieza a tomar forma con este primer paso

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